sábado, 15 de abril de 2017

Miles de catalanes abarrotan las calles de Palafolls para rendir devoción a Santa María y mostrar su admiración a los caballeros legionarios

Redacción, ALERTA DIGITAL - Miles de catalanes abarrotan las calles de Palafolls para rendir devoción a Santa María y mostrar su admiración a los caballeros legionarios.


Jornada histórica y multitudinaria la del Jueves Santo en Palafolls. La Hermandad de Caballeros Legionarios de Barcelona desfiló por las abarrotadas calles de Palafolls (Barcelona) tal y como lo hicieron el año pasado. De nuevo la procesión estuvo rodeada por la polémica tras las manifestaciones en contra tanto del alcalde socialista como de algunos grupos separatistas. Para calentar aún más el ambiente, una quincena de entidades se manifestaron esta semana por las calles de Palafolls para rechazar la presencia de la hermandad, en un acto organizado bajo el lema «Palafolls antifascista». Ello sin embargo no impidió que miles de catalanes de Palafolls y de numerosos puntos de la provincia coparan las calles del municipio para expresar su devoción a los santos titulares que fueron procesionados, y también sus muestras de respeto y apoyo a los caballeros legionarios.

El rigor y el lujo se dan la mano el Jueves Santo en Palafolls. La cofradía de San Luis y Santa María de Palafolls es buen ejemplo de que la juventud -tanto de sus hermanos como de la propia historia de la hermandad- no está reñida con el buen trabajo y una estación de penitencia de 10. Con esfuerzo, con mucho esfuerzo, se ha ido creando cofradía, con amor, con mucho amor. Porque la jornada del Jueves pasará a la historia como una de las más complicadas para la cofradía, que se enfrentó a la polémica con la que el alcalde intentó inútilmente de nublar la jornada y también al calor. ¡Bravo por las doce mujeres costaleras, ejemplo de tesón y compromiso corajudo con las tradiciones católicas en Cataluña!
 
Clarines, orden, arte, perfección suprema, San Luis, Santa María, Palafolls rendida a tu paso, amor, todo el amor y toda la belleza. Cumbre de la imaginería catalana, atalaya desde la que toda belleza se vislumbra.
La cofradía inició su estación de penitencia a las 20.10 horas. Imponentes muestras de fervor, encabezadas por su hermano mayor, Óscar Bermán, arrodillado ante la Virgen, humillado ante Dios, como los antiguos capitanes españoles antes de las grandes batallas. Una vez el Señor salió sobre su túmulo, se rezó la Hora Nona entre la calle San Juan y la esquina San Miguel. El cortejo bajó entre gran expectación.

Previamente y, tal y como es habitual, por la mañana la improvisada ermita estuvo abierta para el tradicional besapié, hasta donde se desplazaron numerosos devotos.

Primorosamente vestida, Santa María de Palafolls llevaba un original manto elaborado con tela, cogida por objetos de devotos que se encomendaron a Ella.

No fue un día fácil, insistimos, para las bravas portadoras, debido a las altas temperaturas. A pesar de ello, las filas de cofrades se mantuvieron intactas y rigurosas durante toda la tarde noche. Dando ejemplo de que la compostura de estos penitentes es fruto del trabajo bien hecho y de que lo importante no es la cantidad, sino la calidad.

Hubo varios momentos para el recuerdo. El paso por San Luis, donde una nube de incienso rodeaba el trono de Santa María. Otro de los puntos más significativos del recorrido fue la exhibición musical llevada a cabo por el coro rociero Romero Verde y las espléndidas saetas interpretadas por María Salas y Pepe Moreno en la calle San Juan, avenida del Mar y San Miguel. Tanto el coro como los dos espléndidos saeteros hicieron las delicias del público, asistente a un espectáculo no solo visual, sino también auditivo. El broche de oro fue el reencuentro de la Virgen con su Hijo, donde la cofradía deslumbró en la oscuridad de la noche levantando hacia el cielo a la Reina Madre, entre vítores y cánticos. No hacía falta más. Palafolls se mira en el espejo de su historia y se siente bella y feliz y no es para menos. Es el día por antonomasia, el día que reluce más que el sol.

En el principio fue la sangre y la cruz verdadera que todo es lo mismo para el sacrificio. En la madrugada alta de los corazones embebidos en las imágenes, las músicas, las flores y el incienso, el crucificado y su madre han cumplido con una tradición que eleva a Palafolls hasta la cima de la Semana Santa catalana.

Tras la exigencia del deber cumplido, el hermano mayor Óscar Bermán se dirigió al alcalde y al concejal de Palafolls, Valentín Agustí y José Rueda (PSC), dos de los gualtrapas que pretendieron impedir el reencuentro del pueblo con lo que trasciende a políticos corruptos y logias masónicas. “Que no se preocupen tanto por mí y que no derrochen tantas energías en mi contra y de la procesión de Semana Santa. Les pido que se preocupen más por las muchas familias de Palafolls que están pasando penurias. Les pido que dejen al pueblo expresar su fervor religioso y que se preocupen por las cosas para las que fueron elegidos. Y también que ayuden más a los de casa y menos a los de fuera. Fin de la cita”.
La Legión desbordó las previsiones

Además de la cofradía de San Luis y Santa María, la expectación fue máxima con la marcha procesional de los caballeros legionarios portando a su venerado Cristo de la Buena Muerte. Más de cinco mil personas saludaron su marcial y devota presencia. “Este año ha venido más gente que el año pasado”, apuntó un vecino a Lasvocesdelpueblo, un dignísimo digital catalán siempre en defensa de lo que une a catalanes y resto de españoles.

En medio de una gran expectación mediática y con los corazones inundados de fervor patriótico y religioso, componentes que no muy atrás nos hicieron ganar un imperio, la presencia de los legionarios sirvió también para reivindicar, según proclamaron muchos asistentes, la libertad religiosa como un derecho fundamental. Familias catalanes de todas las condiciones sociales, muchas de ellas con sus bebés, se acercaron hasta el Cristo de Buena Muerte para recibir su bendición.

Otra novedad fue la presencia de banderas españolas en numerosos balcones ante que pasó el cortejo procesional. Incluso fue muy comentada la presencia de una gran bandera andaluza que ocupaba todo un bloque situado en la avenida del Mar. Asimismo, todos querían plasmar e inmortalizar con sus teléfonos móviles un momento que presentían único e inigualable. “¡Viva la Legión, viva España!”, exclamó un vecino emocionado desde un tercero de la calle San Miguel de Palafolls. La respuesta fue sonora en toda la calle, “¡Viva!”.

En esta exaltación de júbilo religioso, no podían faltar representantes de numerosos colectivos catalanes defensores de la identidad española de la región. Muchos de ellos expresaron a Bermán su admiración y agradecimiento por hacer posible una jornada como la del Jueves Santo, en medio de las voraces aunque inútiles campañas en su contra lanzadas por colectivos ultraseparatistas y por el propio alcalde.

Ainhoa, una de las jóvenes costaleras, henchida de emoción, señaló que “sentía que este año tenía que acompañar a la Virgen”.

Exhausta por el esfuerzo pero exultante por la experiencia religiosa, Ainhoa valoró sobre todo el masivo apoyo de la población. “En Málaga La Legión es idolatrada por miles de malagueños cada año. ¿Por qué tendría que ser aquí diferente?”.

 http://www.alertadigital.com/2017/04/15/miles-de-catalanes-copan-las-calles-de-palafolls-para-rendir-devocion-a-santa-maria-y-mostrar-su-admiracion-a-los-caballeros-legionarios/

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